jueves, 24 de mayo de 2012

El primer beso me supo a eso

Escapando de un barranco
por donde dejé caer mi alma
hallé un corazón rodando
que en mi pecho se paraba

Me resbalé por el musgo
y atrapado en olor a sal
sentí que había algo tuyo
que se traslucía en el mar

Era de un cielo ceniza
de lo que huía el sol
la tarde fría y plomiza
cuando te ofrecí mi amor

Fumé casi todo el tiempo
intenté quedarme ronco
y así suplicarte un beso
entre olas y su estruendo

Tan fuerte como una roca
de valiente acantilado
tomé el dulzor de tu boca
que ahogó el sabor a salado.

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